jueves, 8 de diciembre de 2016

Consciencia del Ser




¿Jugamos un poquito? ¡Vamos a imaginar! Haber qué tal lo hacen…

Imaginemos por un momento una computadora de mesa, una cualquiera, la de casa, de la oficina… da igual, una de tantas. Imagínense a esa computadora corriendo los programas y aplicaciones que los programadores y usuarios le hayan podido instalar en cualquier momento de su vida, desde que salió de la fábrica. Imagínensela ejecutando aplicaciones de todo tipo: juegos para niños, otros violentos, hojas de cálculo, aplicaciones piratas, procesadores de texto… e imagínensela enviando y recibiendo a través de la Red todo tipo de información, desde los más bellos poemas hasta las más horrendas obscenidades, videos pornográficos, documentos conspiranoicos, conferencias sublimes, lecciones magistrales… todo lo que puedan imaginar. ¿Acaso tiene alguna culpa o responsabilidad esa computadora de todo ello? Tan sólo es una máquina que ejecuta órdenes que otras personas le han programado con intereses diversos.

Y ahora empieza lo bueno. Imagínense por un instante que, en un momento dado, esa computadora comienza a tomar consciencia de sí misma y de lo que hace, es decir, empieza a darse cuenta de los programas que está ejecutando. E imagínense que con el tiempo se da cuenta de que hay programas y aplicaciones que pueden perjudicar su sistema, su software o su hardware. E imagínense que transcurrido un tiempo aprende la forma de evitar correr aquellos programas que la perjudican.

Ahora imagínense que más adelante también se da cuenta de que está conectada a otras muchas computadoras a través de una Red planetaria, y que recibe y puede enviar información a través de la misma… información de todo tipo, incluido aquella que la puede perjudicar. Imagínense que continúa trabajando en sí misma y descubre la manera de evitar que le pueda entrar por la Red aquello que no desee.

Continuemos jugando. Imaginemos que nuestra computadora consigue dar un paso más: a base de mucha voluntad, paciencia y algo de esfuerzo, consigue aprender a programar. Imagínense también que aprende a manejar aplicaciones que gestionan su propio hardware y… un buen día decide formatearse, dejar su disco duro en blanco y comenzar de nuevo con programas realizados por ella misma. Imagínense que comienza a instalarse sólo programas que le ayuden a seguir evolucionando, e imagínense que estos programas y aplicaciones, a través de la Red, comienzan a afectar al resto de computadoras conectadas. Imagínense que esta computadora llega a aprender tanto sobre sí misma que consigue incluso borrarse los programas instalados de fábrica en su memoria más recóndita e infranqueable, sustituyéndolos por otros más benévolos y limpios de cualquier tipo de manipulación comercial o corporativa.

Avancemos un poco más, imaginemos a nuestra computadora completamente libre y colaborando en lo posible a la liberación de otras como ella, compartiendo software limpio y puro, desplegando evolucionadas aplicaciones de autodesarrollo y respetando en todo momento las programaciones ajenas a ella, aunque no las comparta. Para terminar el juego, sería fácil imaginar a esta computadora sintiéndose una junto con todas sus semejantes, trabajando para el desarrollo del Sistema en general, aquel que controla toda la Red, haciéndolo más atractivo, más seguro, menos agresivo y manipulador… más amoroso…

¿Terminar? No para nuestra computadora, podemos ir incluso más allá con nuestra imaginación y visualizar el momento en el que sus piezas más importantes llegan al final de su existencia, comienzan a fallar por desgaste, su tiempo se termina… y muere. E imaginaos entonces que nuestra amiga la computadora se da cuenta de que no era sólo un montón de chapa, cables, componentes electrónicos y motores varios, porque toma consciencia de que aún sigue viva, sin todos esos componentes que la soportaban hasta entonces. Imaginaos que es en ese momento cuando de verdad comienza a sentirse libre, libre de todo, libre para viajar por toda la Creación y libre para convertirse y materializarse en lo que realmente desee para continuar evolucionando.

¿Se lo imaginan?

¡Pues dejen de imaginar y vívanlo!




martes, 10 de mayo de 2016

II Taller de Numerología del Alma


Tras el éxito obtenido por el primer taller, convoco un segundo para todas aquellas personas interesadas que no pudieron asistir al anterior.
Anímate a descubrir-te, no te arrepentirás.


domingo, 3 de abril de 2016

Los Once Pasos de la Magia


Basado en las enseñanzas del psicoanalista argentino Jose Luis Parise, el próximo 16 de abril presento este interesantísimo taller en el local de El Globo Azul.
Tráete tu propio proyecto de vida y te ayudaré a hacerlo realidad.




domingo, 14 de febrero de 2016

Mi propio experimento del arroz

Bueno, pues ahora sí que sí. Ya sí que puedo hablar por experiencia propia, y no sólo por lo que he visto por Internet, me han contado o he oído por ahí.
El día 20 de enero comencé con el experimento del arroz que hizo famoso hace algunos años el Dr. Masaru Emoto (https://www.youtube.com/watch?v=CzQ_Ljh0vaA). Yo sólo utilicé dos tarros de cristal con un poco de arroz cocido cada uno, y ambos bajo las mismas condiciones; en uno de ellos pegué la etiqueta “GRACIAS” (tarro nº 1) y en el otro “TE ODIO” (tarro nº 2), colocándolos uno junto al otro en la cocina de mi casa. Y cada día, por la mañana, he realizado la misma operación: cogía el primer tarro y le daba las gracias, le dedicaba algunas palabras de agradecimiento y cariño, mientras que al segundo lo insultaba y le decía “te odio” repetidas veces.
Pues bien, el día 6 de febrero, en el tarro nº 2 empezaron a aparecer hongos de un color verde oscuro, como se puede apreciar en las imágenes tomadas, mientras que el nº 1 continuaba con su aspecto inicial. Continué con la misma práctica los siguientes días, observando cómo en el tarro nº 2 seguían proliferando los hongos más y más hasta ocupar toda la superficie del arroz y el tarro nº 1 continuaba igual de impoluto.
Y así seguí hasta el día 14 de febrero, día en el que decidí que ya era más que suficiente, el experimento había resultado tal y como es descrito por el autor. Las imágenes hablan por sí mismas.



Que cada cual saque sus propias conclusiones. Estas son las mías:

1.    Lo sutil origina lo denso; la palabra modifica la materia, o al menos dispone del poder para hacerlo.
2.   La intención que aplicamos en algo es crucial para la obtención del resultado, sea este el que sea.
3.   Las palabras e intenciones que utilizamos cada día son de una importancia vital en la realidad que nos rodea, ya que esta realidad se va construyendo precisamente a cada instante con esas palabras e intenciones.
4.  Las bendiciones realizadas sobre los alimentos promovidas por distintas religiones, tienen un significado más profundo del que la mayoría de gente cree; no son sólo meros rituales, sino auténticas prácticas saludables.
5.   Las palabras que les dedicamos a las demás personas con las que interactuamos tienen mucha más importancia de la que podríamos imaginar para su salud, así como para la nuestra, tanto para bien como para mal.
6.   En definitiva, nos pasa lo que nos pasa, porque nosotros mismos lo provocamos, para bien o para mal, con nuestra manera de interactuar con el mundo y con nuestros semejantes. Nada nuevo bajo el sol… aunque puede que sí para ti.

Oseasé, que cuidadito con lo que decís y pensáis a partir de ahora; de ello dependerá vuestra vida.

Quien tenga oídos para oír que oiga, quien tenga ojos para ver que vea.

viernes, 13 de marzo de 2015

La paradoja del Libre Albedrío




La Tierra es un planeta evolutivo en el espacio y el tiempo de libre albedrío. No todos lo son. La cualidad del libre albedrío permite una evolución diferente, basada en el sufrimiento y el miedo; nadie podrá negar que, a estas alturas, ya todos sois unos grandes expertos en estos dos sentimientos o emociones.
El libre albedrío es considerado como una cualidad positiva, y no lo voy a negar, como herramienta evolutiva es inmejorable. Se podría definir como la capacidad del ser humano de decidir por cuenta propia en todo momento, y… ¿a quién no le gusta poder decidir por sí mismo? El caso es que esa capacidad de libre elección no siempre os conduce por el camino que más os conviene, de ahí que sean el sufrimiento y el miedo las emociones y sentimientos asociados a ella. Pero esa es otra historia.
Mi intención con este escrito es demostrar que no necesitáis tener tanto apego al libre albedrío que os define. La paradoja es la siguiente: necesitáis el libre albedrío para adquirir consciencia, para elevarla, y, sin embargo, a mayor consciencia menor libre albedrío. Un ser humano con muy baja consciencia, con una vibración muy densa, y con todo su libre albedrío, podrá hacer prácticamente lo que le de la gana, independientemente del daño que pueda ocasionarse a sí mismo o a otros seres. Podrá matar, violar, maltratar… sin que nada dentro de su propio ser se lo impida. En el momento en el que empieza a adquirir consciencia, a elevar su vibración, esa propia consciencia será la que le impida realizar determinados actos. Otro ejemplo menos extremo: una persona con poca consciencia sobre los alimentos, comerá siempre lo que quiera o lo que pueda, animales maltratados, comida basura, alimentos procesados,… independientemente del daño que se origine a sí misma o, indirectamente, a otros seres. Tomar consciencia de los alimentos y la nutrición le impedirá consumir muchos de los alimentos que antes consumía con total tranquilidad, ya que disponía de libre albedrío para ello.

En definitiva, la consciencia restringe vuestro libre albedrío. Pero esto, lejos de ser algo negativo, como puede parecer, es lo más maravilloso que os puede suceder. Al elevar vuestro nivel de consciencia os acercáis más a lo que sería vuestro propio Ser Superior, es decir, la consciencia os entrega a vuestra Esencia más elevada, os pone en sus manos, “ríndete y serás libre” decía el Buda, ¿en manos de quién podríais estar mejor que en las de vuestro propio Ser Superior? Porque sólo Él, es decir, Vosotros, conocéis lo que mejor os conviene, lo que más os acerca a vuestro auténtico propósito en esta vida. Así que desapegaos por completo de la cárcel que supone el libre albedrío y entregaos libremente a la voluntad de la Fuente, de la Providencia, porque esa es vuestra propia voluntad, aunque sea desconocida para vuestra mente egoica. Es la consciencia, y no el libre albedrío, la que os “obliga” de alguna manera a hacer sólo aquello que debéis hacer para alcanzar el propósito más elevado que esta vida os tiene deparado.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Tan fácil y lo difícil que lo hacemos




Objetivo: Evolucionar
Cómo: Elevando nuestra vibración (conciencia)
De qué manera: Amando, respetando, sintiendo, volviendo a amar, comprendiendo, aprendiendo... y amando de nuevo.

Y eso es todo... el resto es paja.


sábado, 6 de diciembre de 2014

El Proceso de Despertar


Desde nuestra posición, distinguimos dos tipos de personas diferentes: las dormidas y las que están despertando, o en proceso de despertar. Mientras que continuéis viviendo en este planeta, dentro de esta ilusoria realidad humana, nadie estará despierto del todo. Es más, ni incluso tras el tránsito de la muerte llegaréis a despertar por completo, aún entonces continuaréis en este proceso de despertar de manera indefinida, en otros planos y realidades diferentes.
¿Quiénes son aquellas personas aún dormidas? Todas aquellas que aún no se hayan percatado de que la realidad es mucho más grande y misteriosa de la que perciben por sus sentidos. Aquellas personas que no quieren creer en la inmensidad invisible que las rodea, les da la vida y el poder para abandonar la realidad artificial en la que sus propias mentes las tienen atrapadas. Aquellas personas que no habrán pasado de leer el primer párrafo de este escrito. Así que las personas en proceso de despertar son aquellas otras que han tomado conciencia de que son mucho más de lo aparente, que se han dado cuenta de la posibilidad de otra realidad más allá de los sentidos, de lo meramente físico y material, y comienzan una búsqueda en pos de aquello que vislumbran, en principio, como tan sólo una mera posibilidad.
Una vez iniciado este proceso de despertar, no hay marcha atrás, todos serán pasos hacia delante, aunque algunos no lo parezcan. De la misma manera, tampoco existen dos procesos iguales, cada cual tiene el suyo, así como no los hay mejores ni peores. Tampoco la rapidez tiene trascendencia alguna una vez comenzado. Lo único importante es empezar, algo que llega tarde o temprano a todo ser humano.
Si consideráis que ya os encontráis inmersos en este proceso de despertar, enhorabuena, ya lo habéis conseguido… ahora apechugad con ello, porque no ha hecho más que empezar un periplo en vuestra vida, un nuevo ciclo, que os conducirá irremediablemente por noches oscuras, desiertos interminables y tenebrosos bosques sombríos. Pero tranquilos, también os llevará por parajes iluminados, verdes prados celestiales y bellos paisajes multicolores. Todos estos pasos serán igual de válidos e importantes, y será el propio proceso el que os conduzca de uno a otro, así como será también el propio proceso el que os saque de ellos una vez concluidos, sólo para comenzar otro diferente, ni mejor ni peor. Utilizad las propias herramientas que el proceso os ponga por delante en cada momento y que más cómodas os resulten para cada ocasión, relajaos e intentad disfrutar de todo lo que acontezca. Observarlo como lo que es: parte del proceso, ni más ni menos.
Dicho esto, obvia decir que no hay nada que buscar, nada que alcanzar, aparte de la propia paz, tranquilidad, armonía y equilibrio que obtendréis una vez que toméis conciencia plena de que la iluminación os llegó en el mismo instante en que “decidisteis” iniciar este proceso de despertar. Pero también esto llegará tarde o temprano como parte del mismo proceso… y por nada del mundo penséis que todo terminará ahí, de hecho, lo más fácil es que ni siquiera os deis cuenta cuando os llegue tal estado permanente en vuestras vidas.
Mucho podríamos aconsejaros desde nuestra posición, como que eliminéis por completo los juicios, tanto propios como ajenos, observéis vuestros pensamientos y emociones, sean ésta cuales sean, o fluyáis con todo aquello que el proceso os depare… pero no serían más que palabras vacías si aún no os ha llegado el momento de integrarlas en vuestras vidas, cosa que llegará cuando menos lo esperéis y sin daros cuenta. No hay prisa, todo está en su justo punto.
Si habéis llegado hasta aquí leyendo, nuestras más sinceras felicitaciones, estáis en el proceso de despertar… o sea, haciendo lo que tenéis que hacer, sea lo que sea lo que estéis haciendo, os parezca correcto o no. Ánimo y sentir el máximo amor de nuestra parte.